“Mi sueño es ser periodista, es poder trabajar en la radio o en la televisión, me enloquezco de tan solo pensarlo. Por eso voy a estudiar Comunicación Social”, dijo una amiga. Fanatizada con querer ser periodista, pero sin saber lo que le iba a esperar. Un largo y esforzado camino para, de ese modo, lograr su objetivo.
Al principio no entendía nada, Saussure, Bajtin... ¿de que trata todo esto? Era lo que se preguntaba. La confusión empezó a rondar sobre su cabeza hasta tal punto de querer dejar. Pero algo dentro suyo hizo que siguiera. Si quería cumplir su sueño, debía luchar para lograrlo.
A pesar de ver que mientras pasaba el año, muchos de los chicos que empezaron junto a ella, con las mismas ilusiones, iban dejando por distintos motivos. Pero igual ella seguía firme, estudiando todos los días, yendo a clases, a consultas con los profesores cuando era necesario. En fin, siguió con su objetivo.
La chica no hablaba mucho, era muy tímida, y a veces eso la perjudicaba. Pero igual, con todas las dificultades, siguió con el estudio, rindiendo parciales y finales, aprobando con muy buenas notas. Ya pasado los cinco años, llego la hora de la tesina, los nervios la invadieron de una forma que no podía contenerse, como le pasa a la mayoría de los chicos que llegan a ese momento. Pero finalmente, después de mucho esfuerzo, termino recibiéndose. La alegría fue inmensa, lo único que repetía era que “no lo podía creer” mientras las lagrimas inundaban su rostro. Cuando logro contenerse dijo: “valió la pena todo el esfuerzo hecho”.
Mayra Britez
lunes, 15 de noviembre de 2010
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