lunes, 19 de abril de 2010

Juicio y Castigo

“Las locas de la plaza de mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria”; así nos invitaba a soñar Eduardo Galeano esperando el comienzo del siglo XXI.
Trás 34 años de lucha, hoy, 15 de abril, quedan plasmados en un hecho histórico: Las bestias de aquel infierno, pagan su condena.
En la ciudad de Rosario el Tribunal Federal Oral Nº 1 condenó a prisión perpetua a los cinco imputados en la primera causa por terrorismo de estado en dicha ciudad. El ex-teniente Oscar Pascual Guerrieri fue declarado culpable por 24 secuestros seguidos de tortura y 16 homicidios; el ex-mayor Jorge Fariña, autor de 26 secuestros seguidos de tormentos y 16 asesinatos, mientras el ex-teniente Juan Daniel Amelong cumplirá su condena por 29 privaciones ilegales de la libertad, seguidas de tortura y 16 homicidios. En tanto, Walter Pagano y Eduardo Costanzo, ex-agentes de inteligencia civil del ejército, deberán cumplir su condena por 24 secuestros y 16 homicidios.
El tribunal dispuso que los condenados cumplan la pena en cárceles comunes, pertenecientes al Servicio Penitenciario Federal. En cuanto a Guerrieri y Costanzo los jueces comunicaron que seguirán en prisión domiciliaria hasta que se declare firme la sentencia con previo análisis de sus respectivos estados de salud.
Al finalizar la lectura de los argumentos por los cuales se condenó al imputado Amelong, éste se coloco una vincha en su cabeza con la inscripción “Preso político”; el presidente del Tribunal le ordenó sacarse la vincha y ante la negación de Amelong, fue retirado de la sala por gendarmería siendo repudiado por familiares de las víctimas. “Amelong se puso la vincha y si bien ahí no se podía gritar a mi no me importo y dije ‘si no le sacan la vincha, que lo saquen a él, ¡Fuera Amelong!’”; así nos relataba Herminia Severini a la salida del tribunal, “nadie se burla de nosotras, ni la justicia, ni un torturador, no se lo vamos a permitir” agregó.
A la espera de la sentencia, se acercaba una multitud a oroño y rioja reivindicando la importancia que representa este hecho en la historia de nuestro país. “Madres de la plaza, el pueblo las abraza” cantaban los presentes demostrando su apoyo inquebrantable hacia los familiares de las víctimas.
Llantos, alegría y abrazos enmarcaron el comienzo de la resolución definitiva de aquellos años oscuros que no quedaran impunes gracias a las “locas” de la plaza acompañadas por el pueblo en búsqueda de la justicia.
Por Ma. Eugenia Gonzalez, Ivana Sacco, Leilen Calderari.

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