El día jueves 15 de abril de 2010 quedara guardado en el corazón de todos los rosarinos. Porque fue el día, en que la justicia se hizo presente y condeno a cinco represores acusados por delitos de lesa humanidad. Los imputados: Pascual Guerrierri, Jorge Fariña, Juan Amelong, Walter Pagano y Eduardo Costanzo fueron condenados a cadena perpetua y cárcel común, por los delitos de privación ilegitima de la libertad, amenazas, tormentos y desaparición física, en las causas denominadas “Quinta de Funes” y “Fábrica de Armas”.
La lectura de la sentencia tuvo su momento de tensión. Ya que cuando el juez procedía la lectura de la misma, uno de los acusados Juan Amelong se coloco una vincha con la frase “preso político” lo que provoco la ira de los familiares que presenciaron la sentencia dentro de los tribunales como así de los que lo seguían desde las puertas. Como no accedió a lo solicitado por el juez, debieron sacarlo de la sala para continuar con la lectura de la sentencia. Amelong, era el que había dicho, días atrás, que por mas pena que le pongan, en 2 o 3 años va a salir “porque esto era algo político”.
Lágrimas y muchas emociones, era lo que invadió a todos los presentes. Entre los familiares de los desaparecidos, madres de plaza de mayo, agrupaciones estudiantiles y otras organizaciones presentes allí. Lagrimas de alegría, por el justo castigo que recibieron estas “personas”, si es que podemos llamarlas de esta manera; pero a la vez lagrimas de tristeza, por aquellos que ya no están. Como lo reflejo Elida, una de las madres de Plaza de Mayo, “el dolor es por las madres que ya no están y no pueden disfrutar este momento, este momento de tristeza pero a la vez de alegría”.
La mayoría de los que hablaron, luego de la sentencia, agradecieron el apoyo de todos los jóvenes presentes en el acto. Una de las madres de Santa Fe destaco: “lo que sucedido en Rosario “fue un fallo ejemplar, cadena perpetua y cárcel común para los genocidas” y además insto a los jóvenes “a no abandonar la lucha” destacando una reconocida frase del “Che” Guevara: “la lucha que se pierde, es la que se abandona”. También expreso su preocupación, como así la de las madres de Santa Fe, por lo sucedido con el asesinato de Silvia Suppo, una de las testigos de la causa Brussa. Aclaro que van a seguir con la investigación hasta dar con los responsables del crimen y terminar con la hipótesis del robo, como a primera vista muchos dieron a conocer.
Alicia Gutiérrez, una de las querellantes de la causa, emocionada, recordó a una de sus compañeras, Silvia Arrazabal, militante y querellante de la causa que falleció el año pasado pero que tuvo mucha ver con la causa y con la sentencia. Asimismo, subrayo la importancia de este fallo ejemplar y el castigo a los culpables de los asesinatos y desapariciones durante de la dictadura. Insisto que “no hay que abandonar la lucha, no solo por lo sucedido hoy sino también por los derechos humanos del hoy y del mañana”.
Otro de los querellantes, destaco la valentía de los testigos que participaron de los juicios, mas allá de las amenazas y presiones que pudieron haber recibido.
En fin, esto es resultado de la lucha incansable de un grupo de mujeres, que un día decidieron salir a la calle, a reclamar la aparición de sus hijos y nietos, enfrentando un montón de dificultades. Hasta el día de hoy siguen luchando y seguirán, como dijeron ellas mismas: “no pararemos hasta encontrar a todos los nietos y poner presos a todos los genocidas”. Como dijeron los querellantes y las madres, en Rosario hubo un fallo ejemplar y la sensación que queda es que hay justicia, más allá de las críticas y las dudas que haya por su funcionamiento, esta presente, existe y lo sucedido hoy fue un claro ejemplo de ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario