Resulta prácticamente imposible ignorar un acontecimiento de tal relevancia como lo es el Bicentenario argentino, que no sólo marca el paso del tiempo desde la ahora tan lejana revolución de mayo de 1810, sino que representa todo lo que ha logrado esta joven nación a lo largo esos 200 años. Es por eso que para poder terminar de comprender el complejo presente, primero hay que saber y entender nuestro pasado, es decir, qué hechos y qué personajes marcaron hitos en la historia argentina. Inevitablemente, estas cuestiones nos conducen a un punto de vital importancia y que resulta clave para el progreso del país: la educación.
Los festejos del Bicentenario reflejaron que aún hay un importante grado de participación ciudadana, ¿pero realmente a nuestros jóvenes les interesa saber de qué se trata? Qué mejor forma de responder a este interrogante que escuchando la pluralidad de voces y opiniones de los que más saben del tema y que conviven día a día con nuestros hijos, quién mejor que ellos para informarnos sobre esta cuestión. Profesores de distintos establecimientos y niveles de educación se prestaron para esclarecer un poco el asunto, dando su opinión acerca de la integración, grado de interés y participación de los chicos dentro del marco del Bicentenario 2010. Lo más fructuoso de atender a esa pluralidad de voces es el hecho de encontrar en ellas tanto opiniones encontradas como también opuestas.
Adentrándonos en el tema, Mónica Bortolatto, directora de la escuela Nº 394 “Complejo Educativo Dr. Francisco de Gurruchaga” de la ciudad de Rosario, explicó que en su institución lograron hacer algo diferente, un acto en donde la historia realmente se vio reflejada y todos pudieron visualizarla y también participar de ella. Esto fue posible debido a que los preparativos de dicho acto habían comenzado ya en el mes de abril y además por la colaboración de chicos de todos los niveles. “Buscamos la forma y logramos que todos los niveles de la escuela desde jardín hasta quinto año participaran”, declaró la directora al respecto. Y como si esto fuera poco, los alumnos del colegio lograron hacer una representación de los hechos más importantes a lo largo del acto, desde la Revolución de Mayo hasta la crisis del 2001. Además, Bartolatto destacó que los docentes deben plantearse determinadas estrategias, ya que a los alumnos la historia les puede resultar aburrida y por eso mismo hay que tratar de hacérselas entretenida.
Desde un punto de vista más pedagógico, Virginia Ledesma, profesora de historia y formación ética en tres colegios estatales, afirma que uno de los factores que ayuda a los alumnos a incorporar con más naturalidad el objetivo de conocer los hechos históricos es la posibilidad de relacionarlos continuamente con la realidad actual, vivida sobre todo a través de los medios. Asimismo, Ledesma elucidó que “ante todo, más que profesor de historia, uno tiene que replantearse el ser docente”, refiriéndose a la tarea de incluir a todos los chicos en las labores relacionadas a la organización del acto escolar en conmemoración al bicentenario. Esto supone que a pesar de las dificultades con que se puedan encontrar las instituciones educativas hoy en día, los docentes no deben olvidar su rol principal y deben buscar distintas estrategias para que los chicos aporten, se interesen y no se aparten o alejen de su meta.
Por otro lado, hay algunos que no se muestran tan positivos sobre el tema en cuestión. Un claro ejemplo de esto nos lo otorgó la señora Graciela Quevedo, profesora de nivel secundario de la escuela Nº 9 “Doctor Juan Llerena” de Villa Mercedes, San Luis. Entre otras críticas, Quevedo opinó que los jóvenes de hoy en día no toman conciencia de la importancia que tiene el bicentenario, un hecho que no va a volver a repetirse entre nosotros. Además aclaró que según su perspectiva, en la actualidad se vive de otra manera el sentimiento patriótico, y por eso mismo añadió: “Yo creo que la conciencia histórica comienza por la primaria, en donde realmente hay que inculcarle a los chicos los principios históricos y el sentir patriótico, a través de los actos, de los cantos, de las poesías, que ahí se gesta ese sentimiento”. En contraposición a esta postura, Candela Olivari, maestra de 4to grado de la Escuela Nuestra Sra. del Valle de la ciudad de Rosario y Licenciada en Ciencias de la Educación, aseguró que en dicho colegio los chicos trabajaron con mucho interés en la organización del acto, ya que sus alumnos participaron de un programa de la municipalidad llamado “Escuela móvil”. Además aclaró que lo que se pretendía era recuperar los 200 años y hacer un recorrido de los hechos históricos fundamentales de la historia argentina que cambiaron la historia, que marcaron un quiebre, una ruptura en la misma.
Pero el tema de la educación en el bicentenario no se debe limitar solamente al análisis de las escuelas, sino que la Universidad también cumple un papel importante como formadora de profesionales comprometidos con una sociedad argentina que los necesita, ya que como dice José Ingenieros:”la juventud es lavadura moral de los pueblos”. Y esta frase tiene un significado bastante profundo, ya que los jóvenes a los que le toca vivir esta época de la Argentina deben encontrar su lugar y ayudar a transformar al país para mejor, siempre protegiendo los logros que tanto le costó conseguir a generaciones anteriores, en su honor y también para nuestro beneficio y para el de las futuras descendencias. Es por esto que figuras como Ricardo Falcón (licenciado en historia y docente investigador de la Universidad Nacional de Rosario) llevaron a cabo charlas en el marco de las Jornadas del Bicentenario realizadas en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, con el fin generar conciencia en los jóvenes en cuanto a los objetivos que corresponden a nuestra nación.
A pesar de la relevancia del tema tocado hasta el momento, hay otras formas de expresar el nacionalismo, los valores culturales y todo aquello que nos caracteriza como argentinos. Los eventos deportivos llevados en la ciudad de Rosario (cuna de la bandera) durante este año son un claro reflejo de estos elementos y más. No se trató de simples campeonatos sino que tuvieron un significado adicional debido al marco en el que se estaban llevando a cabo, es decir, dentro de los festejos del bicentenario argentino. Por lo tanto, la organización del mundial de hockey femenino y el mundial de rugby juvenil fue justamente una forma de reforzar el sentimiento patriótico que se intentó despertar a través de dichas competencias. El resultado fue totalmente positivo, ya que a simple viste pudo notarse el acudimiento, apoyo y fe en aquellos jugadores que nos representaban, quienes como era de esperarse no nos defraudaron.
Como conclusión de lo ya mencionado, cabe subrayar que la educación en Argentina es aun un tema que debe seguir discutiéndose y replanteándose, ya que docentes como los citados en este artículo siguen aportando su esfuerzo para hacer de la educación la clave para el progreso, para la formación de jóvenes ciudadanos comprometidos y el bienestar de la nación. No sólo esto sino que además se debe seguir estimulando un sentimiento patriótico a través de deportes y todo tipo de manifestaciones artísticas y culturales que ayuden a la causa. A pesar de que hayan pasado ya 200 años desde la Revolución de mayo nuestro país sigue siendo muy joven, lo cual deja en claro que todavía hay mucho por hacer, y para eso hay que confiar en los jóvenes y prepararlos para enfrentar ese futuro que le depara a la Argentina.
Por Diego López Madeo
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