lunes, 28 de junio de 2010

Las famosas Vuvuzelas.


Las vuvuzelas, para nosotros "trompetas", se han convertido en el sello del mundial de fútbol 2010 de Sudáfrica. Su sonido, el cual es muy molesto, tanto para los protagonistas del partido como para los observadores, nos hace recordar a un panal de abejas.

Trevor Cox
, presidente del Instituto de Acústica y de ingeniería acústica de la Universidad de Salford, en Reino Unido, explica las claves para entender porqué nos molesta tanto el ruido que producen.
La vuvuzela es una especie de trompeta estridente que se toca sacando la lengua y exhalando en la boquilla al mismo tiempo. En un solo segundo los labios se mueven aproximadamente 235 veces, enviando el aire a través del tubo provocando una resonancia en la abertura cónica. Nuestro sistema auditivo funciona como un sistema de alarma preventivo: escuchamos cambios repentinos a nuestro alrededor que indican peligro, y sin embargo, ignoramos sonidos que no representan ninguna amenaza. Cuando el sonido es tan alto como el de la vuvuzela, resulta imposible habituarse sin que resulte irritante.

El problema que se generó por este ruido insesante que se escuchaba en cada partido, fue que los jugadores no se escuchaban entre si dentro de la cancha, ni escuchaban las indicaciones de sus correspondientes DT. Esto trajo aparejado diversos errores en las jugadas por la imposible comunicación. Un ejemplo de esto lo declaró el capitán de la selección Argentina, Javier Mascherano, quién explicó la mala jugada o error de uno de sus compañeros, Martín Demichelis, en el área de defensa quién no escuchó la advertencia de uno de los suyos tras el pase, Gabriel Heinze. Esta concatenación devino en el gol del adversario.

No obstante, para los periodistas también fue un problema ya que en televisión y en radio, los técnicos deben regular el ruido de las gradas para poder escuchar la voz del comentarista, procurando conseguir un equilibrio, ya que si bajan en exceso el ruido de las gradas, se pierde el ambiente del partido.

Todo esto generó que los jugadores y los dirigentes salieran a solicitar que la gente no tocara con tanto estusiasmo el instrumento durante los 90 minutos del partido.

Fuente

Román Rocío - Stip Nadia.

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