Así se llamó la disertación libre y gratuita, que se realizó el miércoles 19 de mayo en el Círculo de la Prensa de Rosario. Quien iba a encabezarla era el Licenciado Jack Benoliel, pero -ante el asombro de todo el público aquella tarde- no fue así. Ante un improvisto de tener que viajar a EE.UU., el famoso Licenciado le cedió días antes la disertación a un amigo y discípulo suyo que no se aproximó en nada a las increíbles cualidades de Benoliel como orador.
La disertación, que comenzó casi más de una hora después de lo programado y que se trató básicamente de la lectura de unos escritos, tuvo sí sobre el final un aspecto interesante: el disertante explicó que el diario la Gaceta de Buenos Ayres, apareció por primera vez el 7 de junio de 1810 (fecha que a partir 1938 se estableció como “Día del periodista”), fundado por Mariano Moreno, luego de que la Primera Junta indicó por decreto su fundación por ser “necesario anunciar al público los actos oficiales y las noticias exteriores y locales”. Sin embargo, el verdadero fin, explicó el allegado a Benoliel, era formar un “ser nacional”, un sentimiento de pertenencia del pueblo en un momento en el que se necesitaba más que nunca aunar esfuerzos para solidarizarse con la causa del movimiento emancipatorio que empezaba a germinar. Y en ese sentido, los primeros redactores de la Gaceta -entre los que se encuentran Mariano Moreno, Belgrano y Castelli- se encontraron con otro problema. El diario, bien servía para hacer caldear los ánimos en pos de una unión entre argentinos y un desprecio a ser gobernados por alguien que no fuera Fernando VII, pero el problema aparecía cuando se analizaban los enormes índices de población analfabeta que había en aquel entonces. Frente a esos casos, el diario no podía cumplir ningún rol. La bandera y los grandes símbolos nacionales como el himno y el uso masivo de la escarapela, vinieron a jugar ese papel que el periódico allí no podía cumplir. Un uso, por cierto muy inteligente, de la simbología para crear un mítico “ser nacional” al servicio de la dominación. “¿Podría haber sido de otra manera?”, preguntó al público en el cierre del discurso el disertante señalando que, si bien hay que entender los hechos en su contexto histórico, la conmemoración del diario la Gaceta de Buenos Ayres, es la conmemoración del primer periódico oficialista con miras a tentar a la población a ser “patriotas”.
La conferencia, que estuvo finalmente agraciada por la presencia de Benoliel entre el público–pues horas antes de aquel día, le comunicaron que no debía viajar, pero no quiso cambiar el rumbo ya dispuesto de las cosas-, finalizó con la actuación del coro “Coplas”, bailes de un grupo folclórico, repartidas de banderines y escarapelas argentinas, y soltada de globos celestes y blancos en la vereda de enfrente al Círculo de la Prensa, delante de las estatuas de Lola Mora del Monumento a la Bandera.
Por Virginia Ravaioli
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