lunes, 14 de junio de 2010

OPINIÓN. Debate sobre el matrimonio homosexual

De aprobarse el proyecto de ley que permite legalmente el matrimonio entre personas del mismo sexo sería un reconocimiento legal, cultural y jurídico con los mismos requisitos y efectos que los matrimonios heterosexuales. La unión homosexual es considerado un tema derechos humanos universales por diversas organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, e[][]ste apoyo se basa en el argumento de la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos, así también como en los problemas de salud física y mental que puede acarrear a las parejas gay la prohibición del acceso al matrimonio. En términos psicológicos esenciales, estas relaciones son el equivalente de las relaciones heterosexuales. La institución del matrimonio permite a los individuos un rango de beneficios que tienen un impacto favorable en su bienestar físico y mental.La homosexualidad no es ni un trastorno ni una enfermedad, sino una variante normal de la orientación sexual humana. La inmensa mayoría de gays y lesbianas viven vidas felices, sanas, bien adaptadas y productivas con relaciones estables y permanentes. Un gran número de niños están siendo criados actualmente por lesbianas y gays, tanto en parejas del mismo sexo como madres y padres solteros. La investigación empírica ha mostrado de manera consistente que los progenitores homosexuales no se diferencian de los heterosexuales en cuanto a habilidades parentales, Las políticas estatales que imposibilitan el matrimonio entre personas del mismo sexo se basan exclusivamente en la orientación sexual.Lévi- Strauss pudo dilucidar las reglas que las culturas establecían para organizar la vida cotidiana: los mitos, costumbres, lenguas, artes y las relaciones de parentesco, en ésta última sus aportaciones fundamentales ayudo a desmitificar conceptos como “el fenómeno de la familia nucleare no es universal”. Se entiende mayoritariamente a la familia como la unión entre el hombre y la mujer y así su descendencia, pero en realidad las revisiones que la antropología social en general ha hecho de diversas culturas, demuestran hay una gran variedad de arreglos familiares.Con respecto al matrimonio Lévi-Strauss demostró que tampoco es universal, el autor aclaró que la familia “nuclear”, conyugal formada por un hombre, una mujer y los hijos/as, tiene reconocimiento legal en algunas sociedades y en otras no. Con diversos ejemplos expuso que esta estructura básica sólo es necesaria para la reproducción de la especie, pero que cada cultura decide si los progenitores serán o no los padres socialmente reconocidos. Bajo este esquema, entonces, también hay una gran diversidad en los arreglos matrimoniales, los cuales responden a factores sociales, económicos y sicológicos. “La sociedad pertenece a al reino de la cultura, mientras que la familia es la emanación, al nivel social, de aquellos requisitos naturales sin los cuales no podría existir la sociedad, en consecuencia tampoco la humanidad”, afirma el autor y agrega que la diferencia sexual siempre será obligatoria para la procreación (la unión, básicamente, de un óvulo y un espermatozoide) y que, al mismo tiempo, los participantes en ésta no necesariamente tendrán que formar una familia con domesticidad común. Lévi-Strauss aseguró que, aun cuando la diferencia sexual parece necesaria para el matrimonio y el establecimiento de una familia, algunas culturas ven en las parejas del mismo sexo una de las muchas posibilidades para la crianza de los niños o las niñas. Y brinda un ejemplo “...en algunos lugares de África ciertas mujeres de rango elevado estaban autorizadas a casarse con otras mujeres que, mediante el uso de amantes varones no reconocidos les darían hijos(as); la mujer noble se convertía en el ‘padre’ de los hijos(as) de su ‘esposa’ y transmitía a éstos, de acuerdo con el derecho paterno vigente, su propio nombre, su estatus y su riqueza”.El establecimiento de una familia y de las relaciones de parentesco está relacionado principalmente con la reproducción de la sociedad. Así, la familia, en la teoría y en la realidad, no debería ser un concepto cerrado, y dio las herramientas teóricas fundamentales para deshacer la concepción de la familia como un fenómeno universal.Para construir las sociedades se necesita de reglas que permitan su funcionamiento y su reproducción. Lévi-Strauss afirmó en varias ocasiones que los tres pilares básicos de cada sociedad son la prohibición del incesto, el reparto sexual de las tareas y una forma reconocida de unión sexual. Estructuralmente, además de la unión entre un hombre y una mujer, puede presenciarse la unión entre dos varones o entre dos mujeres. El problema, diría Lévi-Strauss, es que estas dos últimas no están legitimadas por el Estado, la religión, la escuela y las leyes.Otras formas de unión son posibles, es nuestra obligación como sociedad evaluarlas a través de la historia y darle un fundamento real a nuestras decisiones.
MARÍA JIMENA LÓPEZ

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